DUELO E INQUIETUD EN JUAN
por Reducido a la escribitud
Juan y Bartolo, inmóviles, se miran a los ojos, cada uno en cada extremo del sofá. El momento se estira y tensa. Juan claudica, busca con una mano el mando y dirige la atención a la tele. Pretende ahuyentar el pavor que una idea súbita le ha instalado: se ha planteado que la realidad, íntegra, podría ser producto de la imaginación de Bartolo. Bartolo se pasa una pata por la lengua, dos veces; luego la desliza por detrás de la oreja hasta el hocico, empujando los bigotes; se arrebuja en su rincón del sofá, la mirada sombría, extraviada en la biblioteca.
Este texto forma parte de Turismo. Hoy es Sant Jordi, y por aquí hace tiempo que no sucede nada; así que, a falta de algo original, va mi refrito.
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Inquietante relato, disparador de pequeños universos.
Me han encantado el relato y el comentario de _malditas musas_.
¡Qué agradable es recibir a los amigos por aquí!
Gracias a los dos.
Iván, la entrañable Musa tiene la virtud de embellecer todo aquello que pasa cerca de ella.
Abrazotes.